Trabajando el plástico

El metacrilato se puede trabajar mecánicamente con las herramientas habituales que se usan para metales. Al ser un sólido se puede perforar, lijar, cortar como los metales y maderas, se puede doblar por calor, partir mecánicamente como los cristales, y se puede derretir por calor o quimicamente como la mayor parte de los plásticos.
Comercialmente se vende en planchas de varios espesores y tamaños, en forma de tubos, cubos, barras y perfiles (en L, en U, etc). Las planchas suelen venir protegidas por ambas caras por una pelicula plástica de polietileno que se pega al material por estática, para no dejar residuos, y que evita arañazos leves y golpes durante su transporte y manipulación.
Pero a pesar de su dureza, este material no lo aguanta todo, y esto es por lo que vamos a comenzar, que NO se puede hacer con el metacrilato.

Problemas

Durante la manipulación de estos materiales pueden aparecer grietas muy visibles y que echan a perder el material.
Estas grietas se producen principalmente si durante la manipulación se dan dos o mas de estas circunstancias a la vez:

Es decir que, por ejemplo, a mi me ha pasado, el alcohol es peligroso para el PMMA y su combinación con una tensión mecánica, como por ejemplo apoyarse sobre una plancha mientras haces una perforación, provoca ese tipo de grietas.

Se supone que estas grietas pueden arreglarse metiendo la pieza afectada en un horno de aire circulante a unos 60-70ºC tantas horas como milímetros de espesor tenga el material, pero esto aun no lo he probado ya que solo tengo un horno, el de la cocina, y no es de aire circulante. Por supuesto, antes de sacar las piezas del horno hay que esperar a que se enfrien, para no doblarlas.

Otro tipo de problema surge cuando vertemos disolventes en los que el PMMA es soluble.
En estos casos, y dependiendo de lo que tardemos en retirar el producto vertido, el espesor y la solubilidad del metacrilato en ese material, podemos obtener desde simples manchas (que no se quitan si no lijamos y pulimos de nuevo), hasta veladuras, o incluso hoquedades, pérdida de material y agujeros en casos extremos. Como ya hemos visto, estos disolventes son principalmente el etanol, el eter y la acetona.

Un problema muy comun es el de la acumulación de material en las zonas de corte. Debido a que el metacrilato es un termoplástico, con temperatura elevada se derrite y fluye. Una hoja de corte de una sierra, un taladro, o cualquier otra maquinaria que produzca fricción continuada con el material hará que este se caliente en exceso y se derrita, acumulandose en la hoja o broca y provocando su embozamiento y con el la perdida de precisión y eficacia de la maquinaria.
Como veremos mas adelante, es necesario refrigerar la pieza para que esto no suceda.



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